Dios es espíritu...

Queremos tener el temor del Señor, no el temor de las tradiciones. El temor no es el miedo, pero el amor lleno de respeto. Dios es tan grande que no se puede medir. Dios es Dios. Los cielos del cielo no pueden contenerlo. Cuando Dios te permite captar sólo una pequeña parte de su dimensión, entonces tu vida cambia y haces todo lo posible para tratar de santificar tu vida. En el templo, aquellos que tenían un servicio, tenían temor. El sumo sacerdote no podía entrar de cualquier manera en el lugar santísimo. Tenían mucho temor. Y nosotros, hoy, Le servimos sin saber realmente quién es. Uza tenía buenas intenciones, extendió su mano para evitar que el arca cayera, pero murió en el acto. La gente estaba de alegría pero a partir de ese momento, los cantos se detuvieron, se estableció el respeto. No sabemos a quién servimos. David, en su condición de rey, cuando vio venir el arca, bailó sin prestar atención a su dignidad. ¿Qué hace que esto suceda? El Espíritu de Dios. Dios es Espíritu.

Juan 4: 21

Pablo amaba tanto a Dios que hubiera preferido ser un anatema para sus hermanos.

Hechos 13: 32-38

Se han apoyado siempre en las Escrituras. Siempre os combatirán cuando os apoyéis en las Santas Escrituras, pero cualquier arma forjada contra vosotros será nula y sin efecto. Nuestra salvación está en la Palabra de Dios. Cada siervo es guiado por el mismo Espíritu y ha predicado el mismo Evangelio. Se trata aquí de las mismas palabras predicadas por Pedro en Pentecostés. El Evangelio nos lleva a la unidad de la Palabra. Pedro, Juan y Pablo estaban en unidad, no obstante no estaban juntos. Es eso es el Espíritu Santo. Si tenemos el mismo Espíritu, entonces tenemos el mismo Maestro. Versículo 38, no se ha borrado tu pecado pero se lo ha quitado, así que ¿quién te juzgará? Somos pecadores nacidos en la iniquidad, pero Dios nos salvó por Su Gracia. No podemos tener la santificación por nuestra cuenta.

Estábamos atrapados en nuestro pecado, pero Jesús vino y pagó el precio. Solo Dios quiere que aceptes este sacrificio y nada más. Lo hizo gratis, no exigió nada. Se trata de una dádiva. Cuando aceptas a Cristo Jesús en tu vida y que has sido redimido, ningún demonio tiene poder sobre ti. Se trata de una redención eterna, eres redimido por la eternidad. Puedes caer, puedes fallar, pero Dios te ha redimido. Cristo murió por nuestros pecados, simplemente tienes que reconocer tu estado de pecador y aceptar el sacrificio de Jesucristo. Cuando Pedro llegó a la casa de Cornelio, el ángel le había dicho a Cornelio: "Tus oraciones y tus limosnas han subido para memoria delante de Dios." (Hechos 10:4) ¿Por qué no siguió el ángel: "id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;
enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado." (Mateo 28: 19-20) ? La orden era para los hombres, pero no para los ángeles.

Si Dios te ha elegido, es que te ha elegido. Y tendrás que realizar la tarea para la que te ha elegido. Pedro estaba en el tejado. Un ungido de Dios, tienes que tener cuidado con cómo hablas de este hombre. Estás hablando de un hombre que Dios ha elegido. Cornelio se conmovió en su corazón por saber que un hombre así iba a venir a su casa. Pedro fue visitado en una visión. Ni siquiera lo había entendido. Al llegar a Casa de Cornelio, Pierre pudo ver el respeto de Cornelio por él. Los apóstoles en el cielo tendrán un gran lugar. En Apocalipsis, se dice que se sentarán en 12 tronos a pesar de que fueron despreciados en el mundo. Es lo mismo con vosotros, os burlan, te desprecian. Cuando venís a Cristo, es la guerra declarada al infierno.

Jesús le dijo a Pedro: " Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella" (Mateo 16:18) Aceptamos esto porque Dios ha dicho que juzgaremos a los ángeles. “El que habita al abrigo del Altísimo Morará bajo la sombra del Omnipotente." (Salmos 91:1) Cuando sois elegidos de Dios y amáis a Dios, ellos os odiarán. Pero cuando has compromisos con ellos, entonces, la situación es diferente. Nunca reemplazad a Jesucristo. Conocemos a este Dios y lo amamos más que a nuestros esposos o esposas, más que a nuestros hijos. Si quieres lo mejor, él es el mejor. Si quieras lo mejor para tu hogar, búsquele a Él primero. Dios quiere cuidar de ti.

Cuando Dios elige a un hombre para guiar su rebaño, nunca podrás alcanzar su nivel porque para llegar allí, Dios lo ha trabajado, lo aporreó, lo golpeó hasta el punto de quitarle toda soberbia. Moisés, Dios le habló directamente. Con todas las señales que Dios le dio, no quiso ir a Faraón. Tú, desde la primera señal, habrías ido. Esta es la verdadera naturaleza de los hombres de Dios. Estos hombres temen a Dios cuando predican, porque saben que cuando el Señor regrese, serán juzgados con más dureza. Cuando Dios toma un instrumento, lo limpia, lo limpia, lo limpia para que sea un canal por el cual pueda hablar.

Hechos 13: 36

Fijaros en la altura, la grandeza del perdón. La mujer adúltera fue condenada por la ley, debería ser apedreada, es decir, deberían matarla. Pero aquel día, fue diferente. Estaba Jesús. Nada puede estar por encima de Jesús. No había ninguna casualidad en su presencia. Los religiosos tenían la ley y la piedra, podrían haber hecho simplemente lo que decía la ley. Pero había algo en ellos que los impedía, así que trajeron a esta mujer a Jesús. En cuanto Jesús subió al escenario, las cosas cambiaron. Juan, en el Jordán, bautizaba a la multitud, pero cuando aquel hombre vino, permaneció congelado. Juan había venido por su venida. Dijo: " Es necesario que él crezca, pero que yo mengüe." (Juan 3:30). Ya pagó el precio. Tenemos el poder de expulsarlos. En el Antiguo Testamento, tu pecado estaba cubierto, pero la sangre de Cristo quita los pecados. Si te quitan tu pecado, quién será capaz de encontrarlo. Satanás está tratando de mostrarte tu pecado, pero tengamos fe en la Palabra de Dios. Cuando Dios perdona, ya no se acuerda de tu pecado. “Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo (Hechos 2:38). Todos vuestros pecados son perdonados, ahora pertenecéis a Cristo.

Juan 4: 21-24

Esto es lo que Dios espera de nosotros, que podamos servirle con temor y respeto, en Espíritu y con la Palabra de Dios.

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